sábado, 16 de junio de 2007
Bob Dylan se lleva el Principe de Asturias
Bob Dylan, una de las grandes figuras de la música contemporánea que ha sabido enlazar de forma magistral la belleza de su poesía con el compromiso político, se alzó ayer con el premio «Príncipe de Asturias» de las Artes, concedido por un jurado presidido por el ex ministro José Lladó.
«Mito viviente en la historia de la música popular y faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo», como lo definía el acta del jurado, la candidatura de Dylan fue propuesta por Andrés Amorós, crítico literario y miembro del jurado del premio «Príncipe de Asturias» de las Letras 2007.
El acta recoge, además, la austeridad en las formas y la profundidad en los mensajes de un cantautor que «conjuga la canción y la poesía en una obra que crea escuela y determina la educación sentimental de muchos millones de personas». El músico es para el jurado del premio «Príncipe de Asturias» «fiel reflejo del espíritu de una época que busca respuestas en el viento para los deseos que habitan en el corazón de los seres humanos».
Robert Allen Zimmerman, conocido como Bob Dylan (Minnesota, 1941) ha vendido a lo largo de su medio siglo de carrera más de 90 millones de discos y cosechado los más importantes premios musicales. Ofreció multitudinarios conciertos, entre ellos el que realizó en la playa de San Sebastián bajo el lema «Concierto por la paz», ante más de 100.000 personas. Estos y otros valores fueron tenidos en cuenta por el jurado para premiar su nombre.
El abogado Rodrigo Uría, uno de los que defendió su nombre para el premio, se confesó «gran forofo» del músico, a quien considera un «símbolo de la lucha por la libertad y los derechos».
Para el periodista y escritor Fernando Delgado, que formó parte del jurado, el premio reconoce a un valor del presente «porque Dylan es un clásico que forma parte de la educación sentimental de generaciones». Añadió que el compositor estadounidense «representa a la mejor Norteamérica. Ha sido el maestro de las jóvenes generaciones de cantautores y su herencia llega a nuestros días». A juicio de Delgado, Dylan ha seguido siendo una voz crítica durante toda su vida, vertiente en la que fue un auténtico «pionero». «Hemos premiado a un clásico, pero también a un combativo de su tiempo y del nuestro», señaló.
El periodista se extendió comentando la situación actual en Estados Unidos, un pueblo que «se merece que a veces se vean estas otras caras nobles para contrarrestar la imagen que ofrecen algunos de sus gobernantes», concluyó.
También Beatriz Pecker, periodista y responsable de programas musicales en RNE, se refirió a Dylan como a uno de los grandes del panorama musical. «Es un icono de la cultura popular de los siglos XX y XXI, cuya influencia ha llegado hasta muchos de los artistas actuales». No se olvidó la periodista ni tampoco el jurado de la vertiente poética del cantautor, reflejada en unas letras que han traspasado fronteras y conquistado a miles de jóvenes de distintas generaciones.
Para el director de Cultura del Principado, Carlos Madera, que defendía como en años anteriores el premio para Joan Manuel Serrat, Dylan «es lo máximo», por lo que le complacía igualmente la elección del jurado.
También entusiasta del músico se manifestó el director de cine José Luis Garci, que recordó que el ahora premiado ya había sido candidato al premio Nobel. «Es el primero que consiguió que escucháramos un disco veinte veces seguidas», entre ellos «The times they are a-changing» y «Blowing in the wind».
Fuente: LNE
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