sábado, 16 de junio de 2007

Rafael de Arnaiz puede ser canonizado en breve


La figura del beato Rafael Arnaiz Barón, monje trapense que, aunque nacido en Burgos, pasó parte de su vida en Oviedo, fue analizada el pasado lunes en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA por el padre Alberico Feliz, en una conferencia titulada «La vida contemplativa en el hermano Rafael».

El acto lo presentó la profesora emérita de la Universidad de Oviedo Isabel Uría Maqua, que puso en valor la figura del trapense, quien renunciando a una vida cómoda, cuando estudiaba Arquitectura en Madrid, eligió la senda religiosa.

El padre Alberico Feliz dibujó una semblanza del hermano Rafael Arnaiz Barón, que murió en el monasterio trapense de San Isidro de Dueñas, en Palencia, el 26 de abril de 1938, a la edad de 27 años.

Se recordaron algunas de sus frases más emblemáticas: «Para entender la Cruz, hay que amarla, y para amarla hay que sufrir»; «qué alegría tan grande es poder vivir al pie de la Cruz»; «tengo lo mejor que un cristiano puede tener: la Cruz de Jesús muy dentro del corazón», etcétera.

Su proceso de beatificación empezó en el año 1965 y culminó el 27 de septiembre de 1992, en una ceremonia presidida por el Papa Juan Pablo II. Hoy en día, las autoridades vaticanas estudian su pronta canonización en Roma.

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