Las Golondrinas es una asociación de mujeres inmigrantes, con una intensa presencia en la vida cultural de Mieres en los últimos meses. El pasado 15 de mayo, en colaboración con Cáritas Arciprestal de Mieres, el colectivo organizó un encuentro en la Casa de Cultura de la localidad, en el que los miembros de la sociedad analizaron la realidad de la inmigración hoy.
Mara Souza, que fue la primera en intervenir, resumió con una frase la realidad de la inmigración: «La cigüeña cuando emigra es un ave protegida, el hombre es un ave sin papeles». Otra representante del colectivo en favor de los inmigrantes, Ana M.ª Villegas, tomó la palabra a continuación para destacar las dificultades de la adaptación y la integración y reclamó «un cambio en la mentalidad, una mayor apertura hacia la acogida de nuevos habitantes, que eso son las personas inmigrantes». «Nosotras queremos nuestros derechos, pero en ningún caso nos evadimos de nuestros deberes», aseguró Villegas.
La narración a través de la experiencia llegó de la mano de Gladis Ropero. Esta mujer fue la encargada de relatar su trayectoria y opinión personal a través de numerosos trabajos y del apoyo recibido en Cáritas. Ropero realizó una declaración de intenciones de la asociación, «queremos sensibilizar a la opinión pública sobre la situación de las mujeres inmigrantes», y explicó que «nuestra intención es dejar claro que de un lado y otro no valen los maximalismos, que no todo es malo ni bueno». Arantxa Muñiz, representante de la entidad Cáritas Oviedo, fue la responsable de cerrar el acto.
Muñiz reflejó con cifras la realidad actual del mundo. «Un veinte por ciento de la población dispone del setenta y cuatro por ciento de la riqueza», apuntó Muñiz, que continuó: «En 1970 en la África subsahariana había un once por ciento de pobres, ahora la cifra se ha elevado y llega hasta el treinta y cinco por ciento, pero la cosa no queda ahí, porque, según se ha estudiando, dentro de ocho años la pobreza rondará ya el sesenta y ocho por ciento de la población».
Con un lenguaje realista y crudo, Muñiz explicó que «se piensa según dónde se sienta el culo, no es lo mismo sentarlo en un trono que en suelo», que concluyó con una definición nada típica de lo que es, para ellos, la caridad, «cuando hablamos de caridad, hablamos de amor y de lucha por la justicia, no de tranquilizar nuestras conciencias con gestos».
Fuente: LNE
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