Cuando murió Pelayo, en el año 737, marcaban los límites del territorio asturiano el río Eo, al Occidente, y el Asón, al Oriente; y en cartografías del siglo XVI ya se documentan dos Asturias, la de Oviedo y la de Santillana; la primera del Eo al Sella, luego ampliada hasta el Deva en Tina Mayor, y la segunda de Ribadesella al río Asón, acotados al Sur por la cordillera Cantábrica y al Norte por las correspondientes mar de Oviedo y mar de Santillana. Es frente a Santoña, desembocadura del Asón, donde se proyecta una central piloto para aprovechar la energía de las olas gigantes, que rompen bramando envueltas en sábanas de espuma; y, poemas aparte, aconsejados por el ambiente y por Esquilo, también está previsto sacar rendimiento a la innumerable risa de nuestras olas de la mar de Oviedo. Olas dije, no losas.
Pepe Monteserín
martes, 5 de junio de 2007
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