lunes, 11 de junio de 2007
Cien años de los Pasionistas en Mieres
Los Padres Pasionistas de Mieres vivieron ayer una intensa jornada de convivencia para conmemorar el centenario de su llegada a Mieres. Casi 600 fieles de la congregación llegados desde todos los puntos de la geografía nacional, como Santander, Valladolid y Madrid, acompañaron a los mierenses a lo largo de toda la jornada. Los visitantes eran recibidos a primera hora de la mañana, en la entrada del campus universitario de Barredo, con música de gaita y, de obsequio, unas casadiellas y un culete de sidra. En el evento participó también una amplia representación del PP de Mieres.
La congregación está dedicada a la evangelización y a la obra social, y cuenta con más de 2.500 miembros repartidos por todo el mundo. El padre provincial de la orden, Eulogio Cordero, fue el encargado de abrir la jornada ante un abarrotado salón de actos del campus de Barredo. Cordero destacó la intensa labor religiosa que habían realizado los miembros de la congregación en Mieres y aseguró sentirse muy honrado de la labor llevada a cabo en la ciudad.
«Esta gran familia religiosa mantiene plena vigencia en los 59 países en los que tiene representación y está avalada por una gran obra social». Con esta frase el padre provincial resumía la historia de la congregación. Cordero concluyó su intervención señalando que «este encuentro cumple una de las funciones principales de nuestra congregación, ponernos en relación para conocernos mejor».
Los Padres Pasionistas presentaron de forma oficial el vídeo que han realizado para conmemorar su efeméride, en el que se relata la historia de la llegada de los Pasionistas a la ciudad. La orden fue fundada en 1741 por San Pablo de la Cruz, de origen italiano, y abrió su primer convento en España, en Deusto, en 1880. Por su parte, seis sacerdotes iniciaron el 27 de enero de 1907 una intensa labor pedagógica y parroquial en Mieres. Aunque no fue hasta tres años más tarde, concretamente el 11 de noviembre de 1910, cuando la congregación inauguró su iglesia en Mieres, el convento.
Unas semanas antes de la apertura de la parroquia, la orden mierense sufría un duro varapalo al ser declarada ilegal, ya que no se había inscrito en el Registro Civil. «Todo quedó en un susto», aseguran los actuales responsables de la congregación. Uno de los responsables de la organización de los actos del centenario, el laico Fernando Álvarez, explicaba a los asistentes minutos antes del pase del vídeo que «en estos cien años Mieres ha cambiado mucho, concretamente este lugar en el que estamos, el campus de Barredo, era no hace mucho tiempo un pozo minero».
La congregación rindió un cálido homenaje al párroco Jeremías Pastrana, uno de los que más tiempo llevan en Mieres. Los actos se cerraron con una misa en el convento y una comida en un restaurante de Colloto. La celebración del centenario de los Pasionistas mierenses se cerrará el próximo mes de octubre, tras un intenso año cargado de actividades.
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