Entrevista a Bruno Barberis

-¿Qué coincidencias hay entre la Sábana Santa de Turín y el Santo Sudario de Oviedo?

-El origen de la posible correlación es el Evangelio que cita las dos cosas y, además, lo hace separadamente.
-¿Son las que se nombran en el Evangelio?

-El hecho de que no tengan competencia porque son las únicas que existen es una primera señal, aunque eso no quiere decir que tengan que ser, a la fuerza, las que cubrieron a Cristo. Los estudios de los últimos diez años precisamente tienden a intentar demostrar que las dos han estado en el mismo cadáver.
-¿Se puede demostrar?

-En ello se está. Hay diferencias entre una tela y otra porque la Síndone, aparte de la diferencia de las dimensiones, tiene restos de sangre y una imagen mientras que el Sudario sólo tiene restos de sangre. Lo que está claro en los dos casos es que pertenecen, según los científicos, a un cadáver que ha sufrido un gran tormento.
-Un tormento único.

-El tormento que muestran ambas, la crucifixión, es perfectamente comparable con el descrito en la pasión de Jesús. El paralelismo es claro.
-Pero la crucifixión de Jesús y su sufrimiento parece ser que no lo recibió nadie más.

-Efectivamente podemos decir que es prácticamente imposible que otro crucificado tenga todas las características que los Evangelios muestran sobre el sufrimiento de Cristo. La Sábana y el Sudario ofrecen pruebas del mismo tormento que sufrió Jesús de Nazaret.
-¿Se pudo copiar más adelante? Por ejemplo, en el siglo VII, según dató la prueba del carbono 14 el Sudario.

-No es posible la falsificación. Ni siquiera con la tecnología que existe hoy en día se podría copiar. De hecho, se puede decir que lo que hay tanto en la Sábana Santa como en el Santo Sudario no lo ha podido hacer la mano humana. Mire, cuando uno hace una copia hace un dibujo y ese dibujo muestra que hay material añadido. En el caso de la Sábana el proceso químico ha impregnado microfibras,, lo que hace que sólo se haya quedado grabada la imagen en una cara de la sábana y no en toda ella, cuando la sangre sí que penetró por todas las fibras.
-¿Será posible confrontar ambos lienzos?

-La comparación es muy difícil. En el Sudario no hay ninguna imagen, con lo que lo que se podría confrontar sería la sangre. En los dos casos sabemos que es sangre humana del tipo AB, característico judío, y la forma de las manchas de ambos lienzos es parecida, pero no igual, porque la Sábana y el Sudario no estuvieron sobre el mismo cuerpo a la vez. El Sudario se lo pusieron a Cristo en la cruz y lo llevó hasta el sepulcro, donde se lo quitaron y le pusieron la Sábana; así que al no estar al mismo tiempo existen millones de posibilidades y de razones para que las manchas no coincidan. Hay correspondencias entre uno y otro y ya hay en marcha un estudio conjunto, aunque es un estudio muy complicado.

-¿El ADN puede ser la clave de autentificación de ambos lienzos?
-No es fácil porque el problema es la contaminación pues no se trata de piezas perfectamente conservadas lo que implica que no se puede saber si los restos de ADN pertenecen al muerto o a alguien que ha tocado los lienzos. Se han hecho análisis y se han encontrado muchos tipos de ADN y eso admitiendo que se puedan encontrar muestras en buenas condiciones después de tantísimos años.
-¿Dará el Vaticano el permiso para confrontar la Sábana y el Sudario?

-No es necesario. Además, ya existen equipos investigando.