«Víctima de la violencia física y psicológica, con una edad comprendida entre los 21 y los 35 años, madre de uno o dos hijos menores de cinco años y proveniente de la zona centro de Asturias». Éste el perfil de la usuaria del centro municipal de la Mujer; al menos, así lo aseguró ayer la concejala del área, Silvia Junco, quien aportó las cifras de la memoria del año pasado de este equipamiento municipal.
La casa municipal de acogida es, en la mayoría de los casos, la última salida a una situación de maltrato, la última y la más urgente. Del total de ingresos registrados el año pasado -278 usuarios, de los cuales 132 fueron mujeres, que suman 143 hijos y tres familiares a su cargo-, «más del 96 por ciento lo hicieron por vía urgente, la mayoría derivados de la Policía, la Guardia Civil o el 112», indicó Junco. Con un índice de ocupación de casi el 80 por ciento, añadió, «más del 51 por ciento de las usuarias presentó denuncia contra su maltratador», en su mayoría su marido o compañero. La cifra de ocupación evidencia un aumento del 5 por ciento respecto al año pasado, aumento que Junco calificó de «positivo porque cada vez son más las mujeres que conocen este tipo de recursos».
De las usuarias de este centro durante 2006, añadió, «la cuarta parte regresó con su agresor, frente al casi 60 por ciento que alcanzó la independencia, cumpliendo así con uno de los objetivos que perseguimos cuando entran en este centro: conseguir que la mujer adquiera un grado de independencia pleno». Una de internas, puntualizó, murió asesinada a manos de su pareja.
Prueba de la «rehabilitación» que desde el centro se realiza con las usuarias es, para Junco, el hecho de que «el 27,7 por ciento de las mujeres que lo abandonaron lo hicieron con trabajo, frente al 14 por ciento que entró con un empleo».
El incremento de la población inmigrante en la capital y en la región se traduce también en el aumento del número de internas en el centro asesor de la mujer. Frente al 25 por ciento de las inmigrantes que el año pasado ingresaron en la casa de acogida, Junco cifró ayer en un 28,78 por ciento el porcentaje de las extranjeras que durante el año pasado fueron usuarias. De éstas, indicó «el 18 por ciento entró con un trabajo y el 40 por ciento salió con un empleo».
La responsable municipal de la Mujer también aportó un perfil de las mujeres procedentes de otros países que ingresaron en la casa de acogida. Se trata, según Junco, «de jóvenes de 21 a 30 años, con estudios primarios y secundarios, uno o dos hijos, con trabajo y, en su mayoría, sudamericanas». En cuanto al tiempo de estancia en el centro, en términos generales la estadística cifra en un 64,6 por ciento el número de mujeres que permanecieron en la casa por menos de un mes, frente al 55 por ciento que estuvo menos de quince días, o el 5,46 por ciento cuya estancia superó los seis meses.
La casa de acogida no sólo ofrece un servicio de residencia. La asistencia jurídica es otra de las prestaciones del centro. Durante el año pasado, desde este departamento se tramitaron 1.048 consultas para 802 usuarias, de las cuales 447 versaron sobre asuntos relacionados con el Derecho Civil, 418 con Derecho Penal y 178 con el Derecho Laboral, además de 92 asistencias judiciales. En el apartado de asesoramiento psicológico, Junco cifró en 589 el número de consultas tramitadas el año pasado, de las que 384 correspondieron a mujeres externas al centro, y el resto a usuarias de estas dependencias municipales.
Fuente: LNE
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