La Fundación del Oso de Asturias está trabajando para lograr que «Paca» y «Tola», las dos hembras que viven en el cercado de los Valles del Trubia, logren reproducirse y perpetuar la especie, según afirmó ayer Carlos Zapico, director de la Fundación.
Zapico aseguró que, aunque no se descarta la inseminación asistida, es muy complicada porque nunca se ha llevado a cabo con éxito en osos pardos y únicamente ha funcionado con la razas negra y panda. Explicó, asimismo, que, al ser «Paca» y «Tola» los únicos ejemplares de raza pura en cautividad de osas del Cantábrico, es necesario actuar con extrema precaución y «no correr riesgos» que pongan en peligro la salud de los animales.
Carlos Zapico indicó que lo ideal sería encontrar un macho de similares características para su apareamiento, pero, mientras esto no suceda, el equipo continúa trabajando e investigando las posibles vías para conseguir que las hembras lleguen a ser madres y tengan «continuidad».
Además, afirmó que conseguir un oso macho para fecundar a «Paca» y «Tola» es complicado, no sólo por el reducido número de ejemplares, sino porque son muchas las administraciones que han de ponerse de acuerdo, dado que varias comunidades participan en la conservación de estos animales en la cordillera Cantábrica.
Por otra parte, la viceconsejera de Medio Ambiente del Principado, Belén Fernández, se refirió al último censo sobre la población de osos y dijo que éste «incita al optimismo y la ilusión». Aseguró que el número de crías en el Principado «se ha más que triplicado en los últimos cinco años», pasando de las 10 de 2001 a las 33 que se registraron en 2006, mientras que la cantidad de hembras ascendió de los seis ejemplares a los quince.
Fernández hizo estas afirmaciones durante la presentación en Oviedo del Centro de Educación Ambiental Valles del Oso Cajastur, que acaba de iniciar su actividad con escolares entre 8 y 12 años con el objetivo de convertirse en un centro permanente y ampliar sus actuaciones a más etapas educativas y colectivos sociales.
La meta de este centro no pionero es fomentar la sensibilización social, la investigación, el conocimiento y protección de la biodiversidad de la cordillera Cantábrica, y la conservación del oso pardo cantábrico.
El centro desarrolló ayer su primera jornada formativa con dos grupos escolares de 25 niños cada uno, de los centros educativos de Llanera y Arenas de Cabrales. Su programación girará en torno a los asuntos recogidos en el VI Programa de la Unión Europea «El futuro está en nuestras manos».
Fuente: LNE
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