-¿Qué se sabe hasta ahora sobre el Santo Sudario?
-La verdad es que aún sabemos poco pero los demás saben menos y tenemos ya muchas respuestas. Cuando llegamos a estudiarlo, hace ahora veinte años, nos encontramos con una tela manchada y arrugada con la que se bendecía tres veces al año. Pedimos permiso al arzobispo Díaz Merchán para estudiarlo y encontramos una actitud muy abierta por su parte ya que asumió con total libertad el peligro de que no tuviera nada que ver con Jesús.
-¿Qué les contó la tela?
-Pues nos contó que hay manchas distintas, que hay sangre y que muestra un edema pulmonar similar al que produce una lanzada. Que el grupo sanguíneo es AB como el de los judíos y que hay manchas de sangre en la nuca que pertenecen a una persona viva porque ha coagulado y otras que salen de la nariz y la boca que son post mórtem. La novedad de este congreso es que hemos descubierto que el Sudario se colocó en la cabeza del muerto de tres maneras sucesivas.
-¿Cómo es eso?
-Pues que el Sudario se lo colocaron al muerto mientras estaba crucificado y después se fue colocando de dos maneras más una vez bajado de la cruz. Pero no sólo eso, cuando espolvoreamos el Sudario vimos que estaba impregnado de mirra y aloe y eso tiene directamente que ver con un enterramiento judío. Además, se ven las marcas de la crucifixión y de la corona de espinas, lo que nos dice que la posibilidad de que sea Jesús es real ya que en aquellos tiempos sólo se crucificaba a los esclavos y ninguno con corona de espinas porque no había esclavo que se proclamara rey. Ésa es la razón de la corona de espinas.
-Todo lo que usted dice apunta a que el Sudario es de hace dos mil años, pero la prueba del carbono 14 lo dató en el siglo VII.
-Es verdad. Pero al carbono 14 le damos una importancia relativa porque en el siglo VII no había crucifixiones ni coronas de espinas. Además, la prueba del carbono 14 tiene un 30 por ciento de error.
-¿Qué coincidencias ve con la Sábana Santa de Turín?
-Las manchas de la nuca son clavadas y superponibles, lo que es más que pura casualidad ya que es muy difícil que dos muertos distintos dejen dos manchas iguales. Estas coincidencias nos llevarán a pedir la comparación con la Sábana Santa al Vaticano y más cuando han venido expertos sobre el lienzo de Turín que se han quedado estupefactos con el Sudario. Mire, nuestras investigaciones se las conté al cardenal Ratzinger tres meses antes de que fuera Papa y le interesó mucho el asunto. De hecho, nos dijo que siguiéramos estudiándolo porque las pruebas refuerzan la fe católica.
-¿Por qué ha vivido tantos años semiolvidado el Sudario?
-Porque no había nada con que compararlo. Ahora que lo hemos investigado hemos podido darle importancia porque podría haber estado otros 2.000 años sin que nadie se enterara de su existencia.
-¿Cómo conjugan ciencia y fe en su investigación?
-Nosotros investigamos, sólo eso. Se cree que el Sudario es de Cristo por la tradición pero no se puede saber de ninguna manera, por eso es imposible demostrar que es el Sudario de Cristo. Lo que sí sabemos es que encaja como un guante en el caso de la muerte y pasión de Jesús porque la tela y los restos de sangre y otras sustancias impregnados en la misma nos dice que se ve el rostro de un hombre con melena y barba, con sangre AB como los judíos, que murió crucificado y clavado a la cruz, con corona de espinas y flagelado. Todo esto se amolda a la muerte de Cristo, sobre todo cuando sabemos que todas estas características juntas sólo se dan en la muerte de Jesús pues ninguna muerte en la cruz como aquélla se realizó antes ni se volvió a repetir después. La tela de Oviedo puede ser el Sudario de Cristo o no, pero, desde luego, no es ni un camelo ni un fraude.
-¿Ha valorado la importancia de las reliquias en la fe católica?, ¿se ha planteado que sea una falsificación?
-Todas las casas están llenas de recuerdos que en el fondo son reliquias, por eso desde la Revolución Francesa se puso un filtro científico para demostrar la antigüedad de las reliquias, porque en la Antigüedad no existía ese criterio. Antes de la Edad Media no se falsificaban reliquias, ese mercado empezó con las cruzadas. Es decir, no es una falsificación. Por eso no nos importa tanto la historia como lo que dice el Sudario, y la tela dice que coincide con la tradición de la pasión y muerte de Cristo; pero hay que tener la suficiente honestidad para decir que puede ser el Sudario o no, pero, desde luego, repito, no es un camelo.
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