jueves, 19 de abril de 2007
Los angeles de Navia
Hay personas para las que el dinero no significa nada. Si no, que se lo pregunten a los voluntarios de Protección Civil de Navia, donde sólo el responsable del colectivo, Luis Manuel Martínez, percibe salario. Pero esta circunstancia no les impide trabajar sin descanso cada vez que son requeridos para una emergencia o para una simple actuación.
Y aunque ellos pertenecen a Navia, son requeridos por el 112 para intervenir en otros lugares del Occidente, dado que, si bien existen agrupaciones en Boal y en Vegadeo, ambas disponen de medios más limitados, lo que hace que los responsables de Navia sean reclamados en toda la comarca, al menos mientras no se ponga en marcha el parque de bomberos de Barres, que, según ha anunciado el consejero del área, tendrá todos los medios necesarios.
Para darse cuenta de la actividad asistencial de Protección Civil de Navia, basta decir que durante el año 2006 efectuaron 314 intervenciones, destacando, como primordiales, la asistencia en 44 accidentes de tráfico de diferentes consecuencias -desde los muy graves a otros de escaso relieve-, así como en 43 incendios, entre los cuales se incluyen los forestales, los urbanos y los de vehículos.
Con todo, su principal actividad quizá sea la referida a la prevención de accidentes, ya que han tenido que cubrir los 63 servicios del concejo de tipo festivo, cultural y deportivo en los que se preveían problemas por la aglomeración de gente. Se trata, simplemente, de acudir a esos actos con los medios materiales precisos y con el personal debido para actuar en el mismo lugar sin pérdida de tiempo, y trasladando con la mayor premura a un centro hospitalario a los que requieran más ayuda.
Para afrontar su cometido, el grupo naviego de Protección Civil dispone, entre otros medios, de un camión de bomberos, un todoterreno con cuba incorporada, una ambulancia, un equipo de excarcelación, tres zodiac y una moto acuática que le permiten una actuación rápida, al estar comunicada su sede con todos los puestos de socorrismo de las playas.
No hay que olvidar que estos medios y esta disposición a cumplir con un cometido es lo que hace que el 112 recurra a la sede de Navia cada vez que se produce una emergencia en la zona entre Navia y el puente de los Santos.
Luis Manuel Martínez precisa que cada voluntario tiene una función adecuada a sus condiciones, lo cual se logra a través de programas de preparación a lo largo de todo el año, como pueden ser los cursos que reciben sobre primeros auxilios y socorrismo acuático.
También destaca lo duro que resulta trabajar en una zona tan limitada en lo geográfico, en tanto se ven obligados a asistir a accidentados laborales, de tráfico o en el mar que, en muchos casos, son conocidos suyos, una circunstancia que supone una dificultad añadida, aunque están mentalizados para anteponer la eficacia del servicio a cualquier sentimiento.
A pesar de que una gran parte de esos voluntarios tiene que supeditar su actividad humanitaria a la disponibilidad de su trabajo, lo cierto es que el puesto está siempre ocupado por personal atento a una llamada urgente a la que acudir. Incluso las guardias se extienden a las noches, cuando se sabe que va a producirse una marea alta o cuando los embalses sueltan más agua de lo normal. Por eso cuentan en su sede social con despachos, cocina, literas y todo lo necesario para poder pasar las noches a la espera de una llamada.
Además, la labor de los voluntarios no se limita a ser ángeles custodios, sino que su actividad llega al extremo de que han sido ellos mismos los encargados de reconstruir la sede que ocupan, de unos 600 metros cuadrados. Aunque el Ayuntamiento de Navia les facilitó los materiales, el trabajo más duro, la mano de obra, fue cosa de ellos.
Fuente: LNE
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