sábado, 28 de abril de 2007
Una gijonesa es la que mejor conoce el municipio de Oviedo
La gijonesa Cristina García-Sampedro es doctora por la Universidad de Oviedo desde ayer, tras obtener un sobresaliente cum laude por su tesis: «Proceso evolutivo de la población en el actual concejo de Oviedo desde la Prehistoria hasta la fundación de la ciudad».
Dirigida por Julián de Francisco Martín, profesor titular de Historia Antigua y Epigrafía, García-Sampedro, de 29 años, ha rastreado las huellas de los primeros pobladores del municipio y ha obtenido algunas conclusiones.
-Es de Gijón y sin embargo decidió dedicar su tesis al municipio de Oviedo.
-Oviedo es una de las zonas más relevantes en la materia que yo quería estudiar. Hay muchos yacimientos, muy pocos están excavados y son de muchas épocas distintas.
-El trabajo de campo fue entonces muy importante.
-Me pateé el concejo de cabo a rabo y encontré muchos yacimientos echados a monte o en los que había que atravesar fincas privadas para acceder. También hice un par de vuelos sobre el concejo, porque no es lo mismo ver un castro o una fortaleza desde arriba que unos restos a ras de tierra. Entre yacimientos -en los que incluyo cuevas, abrigos, fortalezas, castros...- y lugares donde se han documentado evidencias líticas o arqueológicas de presencia humana encontré unos noventa lugares que merecía la pena tener en cuenta.
-¿En buen estado?
-Comprendo que es difícil dar seguimiento a todos los yacimientos que hay en el concejo, por falta de dinero, de medios..., pero algunos presentan la importancia suficiente para que se les coloquen sistemas de protección o para que se hagan prospecciones del terreno más pormenorizadas. De todos los castros que hay en el concejo, el único excavado es el de Llagú, para hacerse una idea.
-¿A qué conclusiones llegó tras recorrer los yacimientos dispersos por el municipio?
-Durante la etapa paleolítica los asentamientos humanos en el concejo se circunscribieron al valle central y el lateral oeste del Nalón en el sur del concejo, con una escasísima representación en torno al Gafo y el arroyo de San Claudio, en la ciudad y en el valle del Nora. En el Neolítico y la Edad de Bronce prima la zona sudeste del concejo, la más poblada también en la época altomedieval. De la época castreña se encuentran restos en la totalidad del concejo; destacan el valle del Trubia, la sierra del Naranco y las veras del río Nora. Este último asentamiento se debe a que el río forma meandros y otros accidentes que pueden utilizarse como defensa natural.
-¿Y en la época romana?
-Los yacimientos se circunscriben a la ciudad y su entorno más inmediato.
-¿Cómo se explican esos movimientos poblacionales?
-Los grupos humanos se instalan en sitios concretos en función de sus necesidades básicas y articulan el espacio en función de las posibilidades de supervivencia que les ofrece y de los medios con los que cuentan para explotarlo.
-¿Ha conseguido datar el primer núcleo estable de población en la ciudad?
-La fundación de la ciudad se data en la época altomedieval, pero en su día se localizaron restos romanos en Muria de Paraxuga, donde ahora está la Facultad de Medicina. Es muy difícil fijar la fecha de su fundación.
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