sábado, 28 de abril de 2007
Placido Arango se comprete a seguir trabajando por Asturias
«Los años que esté aquí quiero dedicarlos a trabajar más por Asturias». Así reafirmó ayer su compromiso con esta región, como vínculo que le une a España, el empresario astur-mexicano Plácido Arango al recoger los atributos de «Asturiano del mes» de LA NUEVA ESPAÑA, distinción que se le ha concedido por su exitosa trayectoria profesional y por haber elegido el Museo de Bellas Artes para mostrar por primera vez en España parte de su prestigiosa colección de pintura.
«La exposición "Una mirada singular. Pintura española de los siglos XVI al XIX" me ha dado tantos motivos de agradecimiento, empezando por el esfuerzo del director del Museo de Bellas Artes, el apoyo de los patrocinadores y ahora este reconocimiento, que no puedo más que sentirme en deuda con todos», afirmó Plácido Arango.
Los atributos de la distinción -correspondiente al mes de noviembre, pero que por razones de agenda no pudieron ser entregados hasta ayer- los recibió de manos de Javier Moll de Miguel, presidente de Prensa Ibérica, grupo al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA. Se trata de una estela conmemorativa, obra del escultor José María Legazpi; una primera página del periódico realizada especialmente con la noticia del premio, y una caricatura del homenajeado realizada por el dibujante del periódico, Pablo García. Plácido Arango dio las gracias a todos los que colaboraron en la exposición y a quienes le acompañaban ayer en la recogida del premio, y agradeció especialmente a Javier Moll y a su esposa, Arantxa Sarasola, vicepresidenta de Prensa Ibérica, «una distinción», dijo, «que viene de un periódico al que me siento especialmente vinculado porque es de los que hacen país».
Plácido Arango, propietario de la cadena Vips, es hijo de un asturiano de Zorrina (Salas) emigrado a los 13 años a Cuba y después a México. Allí se inició el hoy premiado en el mundo empresarial para más tarde extender sus negocios a la patria de sus antepasados. Después, su vinculación con la Fundación Príncipe de Asturias le unió definitivamente a la tierra paterna. Durante su etapa como presidente de la Fundación consiguió dotar a la institución de un importante patrimonio del que ésta carecía hasta entonces.
Al hacerle entrega de la distinción, Javier Moll se refirió al galardonado como «un asturiano sin caducidad, aunque en este caso», explicó, «por ponerle una "percha" periodística, el reconocimiento se ciña a un mes concreto: el de la inauguración de la exposición de su colección celebrada en Oviedo». Moll resaltó la trayectoria vital de Arango sin olvidar, además de su faceta empresarial, su vocación artística y humanista, que relacionó con su espléndida colección de pintura y su extraordinaria labor durante ocho años al frente de la Fundación Príncipe de Asturias. Y fue dentro de esa faceta humanista en la que Moll destacó también la donación de un cuadro de Darío de Regoyos al Museo de Bellas Artes hecha por Arango con motivo de la citada exposición.
«En su relación con los premios "Príncipe de Asturias"», añadió Javier Moll, «consiguió consolidar su importancia y repercusión y, al mismo tiempo, dotarlos de un patrimonio que la Fundación no tenía». El presidente de Prensa Ibérica destacó, por último, los éxitos de Arango como empresario, y, para corroborar lo dicho, puso como ejemplo la reciente apertura en Asturias de dos nuevos establecimientos, que se suman a los 290 con que cuenta ya en toda España y en los que trabajan más de ocho mil personas.
A la entrega del «Asturiano del mes» asistieron, como invitados del galardonado, Pedro de Silva, ex presidente del Principado; Manuel Menéndez, presidente de Cajastur y HC Energía; Martín González del Valle, barón de Grado; Graciano García, director de la Fundación Príncipe de Asturias, y Emilio Marcos Vallaure, director del Museo de Bellas Artes. En representación del periódico estuvieron, junto con Javier Moll y Arantxa Sarasola, José Manuel Vaquero, Melchor Fernández, José Luis Artime, Eduardo Suárez, Domingo de Silos Manso e Isidoro Nicieza.
Durante el acto de entrega los invitados tuvieron un cariñoso recuerdo para Rostropovich, el prestigioso violonchelista, premio «Príncipe de Asturias», fallecido ayer mismo. El arte, en sus más diversas manifestaciones, estuvo presente tanto durante la entrega como en el posterior almuerzo, celebrado también en la sede central del periódico, en Oviedo. Plácido Arango, que expuso algunos de sus gustos y valoraciones artísticas -recomendó, por ejemplo, visitar la exposición de Bernardo Sanjurjo en la galería Vértice- atesora una de las pinacotecas privadas más importantes de España, en la que figuran obras de artistas de la talla de Goya, Velázquez, Zurbarán, Luis Meléndez y Regoyos.
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