El salón de actos del Club de Campo del Centro Asturiano acogió ayer la presentación de la XXIX Marcha a Covadonga, en la que cada año participan cientos de socios. Al acto asistieron, entre otros, el presidente del Centro Asturiano, Alfredo Canteli, y el responsable de la marcha, Manuel Granda Valdés.
El acto comenzó con una proyección fotográfica de algunas de las secuencias de la marcha del año pasado e incluyó algunas de las recomendaciones para los futuros caminantes que, como cada edición, cuentan con marchas previas a modo de entrenamiento para la que se celebrará los días 19 y 20 de mayo al santuario.
La primera jornada comenzará a las seis y media de la mañana y cubrirá el tramo desde Oviedo a Pola de Siero, en una primera fase y desde esta localidad a Infiesto, pasando por Nava y hasta llegar a Soto de Dueñas. Al día siguiente está previsto que los caminantes retomen el camino a las siete y cuarto de la mañana. La marcha saldrá de Soto de Dueñas y llegará, en torno a tres horas más tarde, a Cangas de Onís. Desde esta localidad la comitiva emprenderá rumbo a Covadonga, donde la organización ha previsto como hora de llegada la una menos veinte de la tarde.
Posteriormente, el programa incluye la recepción de los caminantes en las proximidades del estanque de la santa cueva y la actuación del coro del Centro Asturiano y del grupo de baile y la banda de gaitas de la institución. A la una y media de la tarde la basílica albergará una santa misa presidida por el arzobispo Carlos Osoro y concelebrada por el abad de Covadonga, Florentino Hoyos Martínez, y por el capellán del Centro Asturiano, José Franco Baizán.
La ceremonia religiosa dará paso a una comida en Soto de Cangas, donde se entregarán las medallas a María del Carmen Mortera, a Silvestre Cuesta y a María del Rosario García-Roves, veteranos caminantes.
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