lunes, 28 de mayo de 2007

Anecdotas de la jornada electoral

Pocas anécdotas en la jornada electoral de ayer, pero esbillamos una por singular. En la localidad gallega de Padrón, ese lugar donde a los pimientos les sucede que unos pican y otros «non», fue una señora a votar con dos sobres en la mano. Sólo tenía que llevar uno, porque en Galicia se celebraban únicamente comicios municipales. Pero, además del de la papeleta, llevaba otro con 340 euros para ir después al mercado.

Y, claro, se cumplió la ley de Murphy: el sobre que acabó en la urna fue el del dinero. Se ve que el presidente de la mesa tenía algo atrofiado el tacto, ya que al palpo se tiene que notar perfectamente que 340 euros -salvo que fueran billetes nuevísimos, pero aun así- abultan mucho más que una de esas tiras de candidatos doblada cuatro veces.

Pero, sea como fuere, a la gallega se le fue el dinero a la urna y allá quedó confinado, como a plazo fijo, hasta las ocho de la tarde. Por más que porfió la despistada para que le descerrajaran el envase de los votos, nada consiguió.

Lo que no cuentan las crónicas es qué sucedió al ser abierta la urna, aparte de que la gallega recuperara su peculio. ¿Computó su voto como nulo o, al ser retirado el sobre de la urna, como abstención?

Grave dilema para desafiar el raciocinio de expertos constitucionalistas.

Por lo demás, el anecdotario fue el habitual: alguna señora que rompe una pierna tras votar, unos novios que acuden vestidos de tales ante la urna, o monjas/es votando.

No obstante, en este último caso hubo una curiosidad. Un monje de la Cartuja de Portacoeli, Valencia, presidió la mesa electoral de la localidad de Serra. Dado que a estos frailes les impuso su fundador, San Bruno, un silencio perpetuo -o «El gran silencio», según la notable película del alemán Philip Gröning-, sucedería que o bien al mentado monje le eximieron temporalmente de la mudez, para decir el nombre del votante y eso de «vota», o bien le hicieron pecar repetidamente contra su regla. Claro que también todo eso podían hacerlo los vocales de la mesa, que para eso se llamarán así.

Y nada más. Hasta los comicios generales de 2008, si es que no se adelantan.

Fuente: LNE

No hay comentarios: