Los feligreses de la iglesia parroquial de San Miguel en Hontoria (Llanes) rindieron ayer un homenaje al sacerdote Juan Ardisana Buergo.
El párroco, nacido el 12 de octubre de 1916 en el barrio Mediu de Hontoria, recibió una placa conmemorativa de manos de Luis Enrique Sánchez Gutiérrez y Samuel Llano Gutiérrez, dos jóvenes de Villahormes (Llanes) que celebraron su primera comunión en el templo de San Miguel.
Ardisana pronunció unas palabras durante la celebración de la eucaristía ante un buen número de devotos. El párroco se sintió muy emocionado por el homenaje de sus convecinos. «No pude evitar la emoción que sentía», indicó Ardisana.
El sacerdote, que estudió en el monasterio cisterciense de Santa María de Valdediós, es una de las personas más apreciadas y queridas tanto en su localidad natal como en el conjunto de los municipios del Oriente, especialmente en Peñamellera Baja y en Cabrales.
«La gente me tiene tanto cariño que cuando me ven por la calle todos me vienen a saludar», manifestó Juan Ardisana, quien apuntó que la Iglesia «ha dado un cambio radical porque muchos jóvenes creen que la fe cristiana se ha pasado de moda».
El 3 de octubre de 1943 ofició su primera misa en la iglesia parroquial de San Miguel, en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, pero a las pocas semanas fue destinado a la parroquia de Abándames, en Peñamellera Baja, donde ejerció como párroco durante trece años.
Asimismo, desde 1947 hasta 1955 hizo lo propio en la localidad de Tresviso (Cantabria) y desde 1956 hasta 2000, fecha en la que se jubiló, con 84 años, en Cabrales. Pese a su jubilación, Ardisana ofrece algunas misas en diferentes localidades. «Tengo a los curas muy formales conmigo», matizó Ardisana.
Fuente: LNE
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