Cuarenta años dedicados a la enseñanza de la Educación Especial, que llegan a su punto y final. Gerardo Alonso Matías, director académico del Sanatorio Marítimo, se jubilará en junio, dejando de hacer lo que más le gusta, «ayudar a los demás, porque siempre ha sido una persona muy comprometida», recordaba ayer el consejero de Educación del Principado, José Luis Iglesias Riopedre, durante el acto de homenaje que le brindaron sus antiguos alumnos del Sanatorio Marítimo.
Gerardo Alonso, que llegó a Gijón en el año 67, procedente de Valladolid, recurrió a Unamuno para expresar emocionado su sentir en un acto muy emotivo, en el que no dudó en señalar que «el mejor regalo que puede recibir un maestro es la gratitud de sus alumnos». Unos alumnos que fueron los encargados de organizar este homenaje y recordar las alegrías y tristezas que compartieron en la «sala».
Allí, como rememora Alonso, estaban en las camas los niños con problemas de espina bífida, poliomielíticos, y «compartimos todo, porque era el comedor, la clase, el dormitorio». Cuando las familias iban a visitar a los enfermos, «traían tortilla y pasteles para todos, éramos una gran familia», apuntaba el director académico del Sanatorio Marítimo.
Unos años irrepetibles en los que aprendió a «comprender a los alumnos y a sus familias». Sorprendido por la templanza con la que los niños afrontaban la tercera, e incluso cuarta operación, siempre trabajó por la integración de estos disminuidos físicos y para que «cuando llegasen a sus pueblos o ciudades pudiesen ir a clase y estar al nivel de sus compañeros».
Su esfuerzo no sólo ha sido reconocido por sus alumnos y la orden de San Juan de Dios, que le concedió la carta de Hermandad, sino también por toda la comunidad educativa, ya que, como apuntó Riopedre, «fue pionero en la Educación Especial y un referente para muchos maestros».
Después de cuarenta años ha trabajado incansablemente para que el Sanatorio Marítimo se haya ganado el respeto social, dando actualmente trabajo a 300 personas discapacitadas. Por todo eso y más Gerardo Alonso se merece este sentido homenaje de sus alumnos.
Fuente: LNE
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