El Ayuntamiento inauguró ayer el primer monumento de España en memoria de todas las víctimas del terrorismo. Un monolito de mármol negro, situado en la plaza Ángel González en Vallobín, en el que están cincelados los nombres de 1.300 personas que perdieron la vida bajo los ataques indiscriminados de grupos terroristas.
La inauguración contó con la presencia del alcalde, Gabino de Lorenzo; el arzobispo, Carlos Osoro, que bendijo el monolito; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Ignacio Vidau; la presidenta de la Asociación de Víctimas del terrorismo (AVT) de Asturias, María de los Ángeles López, y la madre de Irene Villa, María Jesús González.
El acto, un directo homenaje a las víctimas y a los más de 6.000 heridos que en casi 40 años ha provocado el terrorismo, contó con la participación de la Banda de Gaitas «Ciudad de Oviedo» que además de tocar los himnos de Asturias y España, desgranó dos marchas fúnebres compuestas por los directores de la agrupación: José Manuel Fernández «Guti» y Vicente Prado «El Pravianu».
Antes de que monseñor Osoro cogiera el hisopo para bendecir el monumento, el Alcalde tomó la palabra para asegurar que las víctimas «tienen que saber que la sociedad española no las va a olvidar, que siempre tendrá una deuda de gratitud con ellas y que no han derramado su sangre en vano, porque hay que derrotar a los terroristas con la ley en la mano, que es así cómo se termina con ellos».
De Lorenzo destacó que «no basta con hablar» además «hay que dejar algo permanente» como el monumento. El Alcalde aprovechó la oportunidad para lanzar un dardo contra la ley de la Memoria Histórica pactada por PSOE e IU en el Congreso: «Aquí sí se puede hablar de memoria histórica, de un acto de justicia de los ovetenses».
Carlos Osoro ofreció unas palabras llenas de sentimiento y visión cristiana. Aseguró que «el monumento y, sobre todo, las propias víctimas, son un grito a todos los hombres de buena voluntad para hacer una sociedad mejor».
El Arzobispo reclamó el «cese de la violencia» y «la renuncia neta de quien quiere imponer sus proyectos con violencia» aunque eso sí bajo la premisa de que «la dignidad de las personas no puede ser moneda de cambio de nada ni de nadie». Y añadió: «Los relativismos morales sólo sirven para activar más el terrorismo».
El acto contó con la participación de un centenar de personas entre las que se encontraban familiares de víctimas, concejales del Ayuntamiento, el candidato del PP a la Presidencia del Principado, Ovidio Sánchez, y varios diputados regionales del mismo partido.
Además, la oficina de protocolo del Ayuntamiento emitió ayer un informe en el que asegura que el delegado del Gobierno, el jefe superior de Policía, el teniente coronel de la Guardia Civil y el delegado de Defensa habían confirmado su asistencia al acto, aunque en las últimas horas declinaron la invitación aduciendo distintas razones.
Fuente: LNE
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