Un continuo trajín de personas, animales y mercancías se adueñó ayer, desde primera hora de la mañana, de la losa de Renfe. La apertura de la feria de la Ascensión estaba anunciada al mediodía y en el interior de las carpas el personal se afanaba ultimando los preparativos.
Cuando dieron las doce fueron abriendo poco a poco, y media hora después prácticamente todos los pabellones estaban ya repletos de gente. Este año, como casi todos, la feria ha crecido y los responsables municipales de su organización auguran que seguirá haciéndolo. A las exposiciones de la anterior edición se han añadido este año cinco nuevas: una de avicultura artística, otra del oriente asturiano, dos de Tineo y una organizada por el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS).
La feria aún puede seguir creciendo, y para ello todavía dispone de espacio en la misma Losa, por la que, como ayer señaló el concejal de Festejos, Alfonso Román López, «durante este fin de semana pasarán miles de personas». El concejal confió en que el buen tiempo acompañe la fiesta y deseó «muchas ventas» a los artesanos que participan en la feria. «La Ascensión es un buen lugar para vender», observó.
Según los datos de la organización, por la Losa se reparten 17 expositores de artesanía. Hay pabellones dedicados a la manzana, como el de Villaviciosa; a la mitología asturiana, como el del colectivo Piromante, que ha recreado un bosque donde las nubes tienen rostro, los árboles se mueven y por el que se deslizan silenciosamente extraños personajes.
Una de las novedades de este año es la exposición de avicultura artística. Un numeroso público se detenía frente a las jaulas de los gallos de pelea, las distintas especies de faisanes y las palomas, y comentaban sus raros plumajes.
Los expositores de alimentos y la muestra de quesos, en la que participan 35 queserías, se llenaron en cuanto abrieron. Fueron los primeros en atraer la atención de los paseantes. Muchos de ellos se detenían ante la fuente de la plaza de los Ferroviarios, sin agua y decorada para esta ocasión por la Sociedad de Festejos «San Antonio», de Fitoria-Villamejil.
En su interior han hecho sitio a un hórreo, un palomar, animales de granja -cabras y burros incluidos- y hasta un pequeño huerto.
Casi al final de la Losa se levanta la carpa del FAPAS, «La naturaleza en el jardín de casa», con paneles informativos sobre tres nuevas rutas en el municipio -la de la salamandra, el oso y el buitre- cuyo desarrollo está previsto dentro del plan de excelencia turística.
Al fondo se ha dispuesto una zona de juegos infantiles, con disfraces, una madriguera de ratón y una caja nido a la medida de los niños. Los pequeños, cuenta la responsable de todas esas actividades, Clara Casanova, podrán montar su propia caja nido, que se colgará en un parque o un bosque de Oviedo.
Hoy, el recinto ferial de la Losa se abrirá al público a las diez de la mañana y no cerrará hasta las nueve de la noche.
sábado, 19 de mayo de 2007
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