lunes, 21 de mayo de 2007
Los paisanos de Asturias pasan de los 90 años
Manuel Fernández Álvarez, conocido como «Manolín de las Vidureiras», y María del Carmen Álvarez Braña son los «Paisanos» de este año. Él cumplirá los 97 años el mes que viene y nació en Tol, en el concejo de Tapia de Casariego; ella tiene 96 y es de Couxela (Castropol). Sentados y muy atentos siguieron el reparto de premios. Al acabar, María del Carmen Álvarez se fue de celebración con sus hijos y nietos, algunos llegados desde Madrid o Pamplona. También Manuel Fernández pensaba festejarlo con una comida y aseguraba: «Si tuviera buen día, saldría a bailar».
La longevidad y la buena salud de ambos no tienen mayor secreto. Él recomienda «comer bien, pero poco», y ella afirma haberlas pasado «muy negras».
Carmen dio a luz doce hijos, de los que tres murieron siendo niños, y logró que todos fueran a la escuela porque, a su entender, «lo que vale es saber». Hoy tiene veintidós nietos y veintiún bisnietos y el recuerdo de cuando su marido, un primo emigrado a América, le envió dinero para que se hiciera una foto y ella lo invirtió en una vaca que dormía en el pasillo de la casa, con la que se aseguraba la leche para la familia.
Manolín cuenta cómo iba a trabajar en alpargatas con el fondo gastado y cómo trabajó en la vía del tren. Durante la guerra ejerció de «sanitario» y trabajó en una fábrica de cemento. Pese a sus años, sigue cuidando su huerto.
Los «Paisanos» recibieron diversos obsequios de las entidades organizadoras de estos premios, el Ayuntamiento de Oviedo, la Fundación Caja Rural, Radio Nacional y LA NUEVA ESPAÑA. Su director, Isidoro Nicieza, les hizo entrega de una placa acreditativa.
El alcalde, Gabino de Lorenzo, les dedicó su discurso empezando con una reflexión sobre los motes con los que en los pueblos se identifican los vecinos: «Qué costumbre tan hermosa y tan guapa la de poner el nombre de la casa que los vio nacer. Eso es orgullo de pertenencia, orgullo de tu tierra, de tus raíces, orgullo de tu cultura». Elogió los valores que encarnan las gentes del pueblo: «trabajo, sacrificio, sencillez, austeridad, sentido común, discreción, respeto a la Naturaleza, valores de la gente del campo, que madruga y trabaja».
A ellos, siguió, le debe Asturias el paisaje y la gastronomía. «El día que falten los paisanos esas verdes praderas se convertirán en bardos», declaró y añadió también que «la gente del campo son los jardineros mayores de Asturias».
Los «Paisanos» no fueron los únicos que recibieron el reconocimiento del campo asturiano. Ayer se entregaron también el premio al Veterinario Jubilado, Sócrates Merino Bravo; al Ingeniero Agrónomo, Carlos López Fanjul; al Ingeniero Técnico Agrícola, Miguel Ángel Marcos Cembreros; al Joven Ganadero, José Manuel García Carbajales; a la Joven Ganadera, Patricia Méndez Rodríguez; a la Horticultura, que correspondió a Laudentina San José Vega, y a la Investigación, que fue para Juan José Ferreira Fernández. Los mejores ganaderos fueron en raza frisona, Nieves Luiña Avello; en asturiana de los valles, María Jesús Pérez Gómez; en asturiana de montaña, Florentina Puente González, y en raza parda, José Antonio Alonso Díaz. Los premios a las explotaciones ganaderas destacadas fueron en ganado de leche para Javier Marcos Marcos y en carne para Marcelino Fernández Flórez.
El premio a las iniciativas recayó en la Indicación Geográfica Protegida «Ternera Asturiana», el de las labores de formación fue para la Escuela de Silvicultura de Tineo, el de Defensa del Folclore fue para Javier Díaz Fernández; el de la Quesería, para Laura Lago Fernández, y Faustino García García se llevó el Artesano.
Fuente: LNE
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