miércoles, 2 de mayo de 2007
Al arzobispo recuerda que el Sinodo no esta para inventar la vida cristiana
El sínodo de la diócesis no es para inventarse nuevas formas de vida cristiana, sino para vivir con profundidad la que viene definida y marcada por la Iglesia, recuerda el arzobispo Osoro a la prensa de Asturias.
El secreto del sínodo está precisamente en la preparación espiritual, catequética e informativa. Muchos de los que pueden estar llamados a ser sus protagonistas desconocen lo que es, afirma don Carlos en unas declaraciones al Comercio.
La naturaleza y finalidad de los sínodos está recogida en una instrucción de la Sagrada Congregación de los Obispos.
Su fin primordial es prestar ayuda al obispo en el ejercicio de su función, ayudando a configurar de forma participativa la fisonomía pastoral y eclesiológica de la diócesis.
Se trata, en suma, de ver las líneas y ejes que deben estructurar la vida de la Iglesia asturiana en los próximos lustros. Sería como recrear el Concilio Vaticano II en la diócesis 40 años después de su celebración.
Los temas prioritarios del Sínodo los tenemos que discernirlos entre todos, pero si se toma en serio el sínodo, creo que hay temas de fondo que merece la pena tratar: la transmisión de la fe a los niños, la vida, la familia, la presencia pública de la Iglesia, los nuevos instrumentos de comunicación social... Son temas de conversión, de cambio de corazón y de implicación social.
En un sínodo el obispo pregunta a todos, pero luego los decretos sinodales los aprueba él."Yo quiero vivir en comunión con la Iglesia y no voy a abordar temas que estén en contra de la doctrina de la Iglesia".
Fuente: El Comercio
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