Tanto la Princesa de Asturias como la Infanta Sofía, según informó un portavoz de la Casa del Rey a primera hora de la mañana, pasaron una noche tranquila, acompañadas por don Felipe, que estuvo junto a ellas en la habitación número 17 de la primera planta del centro hospitalario hasta que abandonó la clínica rumbo a la Zarzuela, pasadas las ocho de la mañana. Poco más de una hora después, a las 9.45, hacía acto de presencia la Reina.
La radiante abuela, que el domingo por la noche ya había confesado que le hacía «muchísima ilusión» que la segunda hija de los Príncipes de Asturias se llamara como ella, saludó sonriente a los muchos periodistas y al todavía escaso público que se daban cita a las puertas de la Ruber.
Para entonces ya habían comenzado a llegar decenas de felicitaciones y regalos para los felices padres. Ositos, peluches, flores... Las más variopintas instituciones y empresas privadas hacían llegar sus presentes a los Príncipes. Entre ellos, por ejemplo, un gran centro de flores del personal de un conocido centro geriátrico que se encuentra frente a la Clínica Ruber.
La mañana era más fresca de lo que lo había sido la tarde del domingo y, además, amenazaba lluvia, una amenaza que finalmente se hizo realidad. Suele suceder ante cualquier acontecimiento importante en la vida de doña Letizia, remojando a los cerca de trescientos representantes de los medios de comunicación y a las tres docenas de curiosos que allí se encontraban.
Lo cierto es que, pese a la lluvia, la mañana estaba siendo muy tranquila. Nada que ver con la frenética actividad que saludó las primeras horas de vida de la Infanta Leonor hace ahora año y medio. Apenas había visitas, y la expectación, a excepción del revuelo que formaban los periodistas cada vez que algún vehículo hacía acto de presencia, tampoco era excesiva. Sólo un grupo de niñas ponía algo de color y de calor al momento, formando con sus cartulinas la frase: «Sofía, Leonor, os queremos un montón», una dedicatoria a la nueva Infanta que también corearon durante algunos instantes
Y es que será hoy cuando se espera la presencia en la clínica de la mayor parte de la Familia Real y cuando se producirán, igualmente, las visitas institucionales del presidente del Gobierno, de la presidenta de la Comunidad de Madrid y del alcalde de la capital. La madre de doña Letizia, Paloma Rocasolano, sí que acudió a media mañana para estar junto a su hija, aunque lo hizo de manera muy discreta, evitando la puerta principal y accediendo a la clínica por una entrada lateral.
Le Reina abandonó la clínica al poco de llegar la madre de la Princesa de Asturias, poco después de las once, rumbo a Barcelona, con el fin de asistir a la celebración del quinto cumpleaños de otro de sus nietos, Miguel, el tercer hijo de los duques de Palma.
A las 12.45 horas, cuando más arreciaba la lluvia, regresaba don Felipe en el mismo coche en el que había partido a primera hora de la mañana, vestido completamente de sport, con un pantalón beige y un jersey azul oscuro, portando una bolsa de mano, y sonriendo.
Fuente: LNE
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