jueves, 3 de mayo de 2007

El premio "Teatro Campoamor" a una obra inglesa


Talento, imaginación y economía de recursos son las cualidades que el jurado de los II Premios líricos «Teatro Campoamor» ha querido reconocer al distinguir a «The turn of screw» como la mejor nueva producción de la temporada. Es además un premio a la labor que, durante casi sesenta años, ha realizado la Asociación Amigos de la Ópera de Oviedo, con propuestas arriesgadas -como lo fue este montaje- y saliendo siempre airosamente adelante a pesar de la escasez de recursos. Este galardón es, en boca de Jaime Martínez, presidente de la asociación, «un espaldarazo a una labor de años».

La de Oviedo es, después de la de Barcelona, la temporada lírica más veterana de España y a pesar de su modestia, impuesta por las limitaciones económicas y de espacios y por el propio tamaño de la ciudad, atrae a melómanos de toda Europa. Algunos llegan incluso desde más lejos. El presidente de Amigos de la Ópera, Jaime Martínez, recuerda que la asociación cuenta hoy en día con 3.400 socios: «Ya no son una minoría elitista», dice dirigiéndose a quienes utilizan ese argumento contra ellos, y añade que «cada vez hay más jóvenes».

«The turn of the screw», una ópera compuesta por Benjamín Britten con libreto de Myfanwy Piper, fue estrenada en 1954, en La Fenice de Venecia. Medio siglo más tarde llegó al Campoamor, donde nunca se había representado una obra de este autor inglés, y sorprendió por su original concepción musical y su sorprendente escenografía, en la que los decorados convencionales eran sustituidos por esculturas de hielo y por impresionantes efectos de luz.

Esa idea fue una respuesta creativa a una deficiencia funcional: el teatro no dispone de espacio para almacenar nuevos decorados. El director artístico de Amigos de la Ópera, Javier Menéndez, planteó el proyecto a su amigo Tim Carroll. Sabía que el director de escena inglés es un amante de la obra de Britten y que aceptaría el encargo. Fue él quien, al conocer las limitaciones de almacenamiento, sugirió ambientar y decorar el escenario con piezas que no lo requerirían: esculturas de hielo, que una vez concluidas las representaciones volverían a convertirse en agua.

Jaime Martínez fue informado de la propuesta y apostó por ella. «Me pareció apasionante», afirma. En estos últimos años, comenta, Amigos de la Ópera ha procurado ofrecer al público ovetense variedad de títulos. «Operas de todos los estilos, épocas y autores, respetando los clásicos italianos», resume Martínez. Y el público, reconoce, les ha «sorprendido muy positivamente». Recuerda, como prueba de ello, los grandes éxitos de «Electra», despedida con una clamorosa ovación, y de «Jenufa».

El día de su estreno en el Campoamor, a mediados de diciembre del año pasado, «The turn of screw» sobrecogió, entusiasmo y fue ovacionada por el público. La soprano Joan Rodgers y el niño Jacob Moriarty fueron los más aplaudidos del reparto. El pequeño, señala Jaime Martínez, «dio una demostración de profesionalidad y pundonor». La víspera del estreno enfermó, sufrió vómitos y diarrea y pasó tres horas en urgencias del Hospital Central, donde le suministraron suero. Amigos de la Ópera le propuso suspender la función. Él se negó rotundamente, salió a escena y triunfó.

El éxito de «The turn of the screw», el reconocimiento de la crítica nacional a una producción propia y la concesión del premio «Teatro Campoamor» es, para Martínez, una gratificante compensación, tras unos meses en los que la asociación se sintió maltratada en la concesión de subvenciones y a la espera de la ampliación del Campoamor. «Una oportunidad de igualar las subvenciones que reciben Oviedo y Bilbao fue votada en contra por nuestros representantes en el Parlamento», se lamenta Jaime Martínez. Y, en cuanto a la obra del Campoamor, afirma: «No es sólo para la ópera, también para un ballet o para otros espectáculos».

Para la sesenta temporada de la Ópera de Oviedo, la próxima, la asociación prepara una ambiciosa coproducción: «Tristán e Isolda», para la que ya hay reservas solicitadas desde Londres.

Fuente: LNE

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